LOS CELTAS

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una_rosa
icon13  view post Posted on 23/1/2007, 01:00




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LOS CELTAS




El Pueblo de los Árboles

"Conquistas parciales, efímeras o duraderas, correrías irresistibles, expediciones de mercenarios alrededor de todo el Mediterráneo, regresos fructíferos, cargados de botines resplandecientes y experiencias fecundas: así fue como esparcieron las semillas de sus producciones originales.

Fundaron poblaciones fortificadas que eran casi ciudades (muchas de ellas llegarían a serlo), crearon necrópolis llenas de armas, adornos y objetos mobiliarios, edificaron santuarios en lugares donde después de ellos siguió habiendo culto, y acuñaron, fundieron y llevaron lejos infinidad de monedas.

Merece la pena conocerlos, ayudados por las inscripciones galas y textos griegos y latinos, escritos por sus adversarios, que lucharon contra ellos ó los alistaron en sus ejércitos, y por los sabios que, como auténticos etnólogos, nos han ofrecido su descripción. [...]

El destino particular de esta "etnia" formada por las tribus celtas fue crear una unidad cultural y sembrar sus frutos por toda Europa sin llegar a conocer la unidad política".



"Les anciens celtes et leur universe", Paul-Marie Duval, prólogo de Les Celtes, Kruta, y Szabo, Hatier, 1978

"En el fragor de los primeros tiempos históricos, al término de la edad del bronce, unos caballeros con largas espadas, antepasados de los celtas, inventaron una nueva forma de poder. Entre 900 y 600 a.c., de Hallstatt a La Tène, surgió una civilización. Uno de sus primeros logros fue el dominio del hierro con el que forjaban sus armas, tan preciadas, que estos guerreros se las llevaban a la tumba".

Christiane Eluère, "La Europa de los Celtas"

Los Celtas (celts se pronouncia "kelts") eran los antiguos habitantes del Norte Europeo y los constructores de Stonehenge, hace unos 5000 años. Julio César los combatió durante su conquista de la Galia. Los Romanos eventualmente conquistaron las tierras celtas de gran parte de Bretaña y la Península Ibérica. Al final del antiguo Imperio Romano, los Celtas ocupaban sólo partes del noroeste de Francia, Irlanda, Gales, y algunas zonas de Escocia. Durante el curso de la Edad Media, se expandieron por toda Escocia y realizaron diversos intentos para conquistar Inglaterra.

Historia

Las primeras referencias sobre los Celtas, aparecen en la literatura griega (500 A.C.). En esa época ya ocupaban una extensa área, desde la cuenca alta del Danubio, al Este de Europa, hasta Francia y España. La cronología de los descubrimientos arqueológicos, confirma esta historia, e informa sobre su pasado protohistórico.

En el año 1000 a.c. existió una cultura identificada como "protocelta" alrededor del alto Danubio. Y algunos arqueólogos actuales defienden una "celtización" extendida y gradual, de las culturas ya existentes durante la Edad de Bronce en el Norte y Oeste de Europa. Así, los celtas que habitaron en Gran Bretaña podrían datar del año 1500 a.c., cuando la sociedad de la cultura de Wessex se caracterizaba por su "heroísmo", ajustándose pues a los primeros mitos celtas irlandeses.

Los Celtas del Este europeo de la época de "Hallstatt" trabajaron el hierro para sus armas y utensilios, y extendieron sus territorios, primero a través de Europa hacia Francia y la Península Ibérica, según afirman los historiadores griegos. Luego las tribus galas hicieron incursiones en la Italia romana y etrusca, y tras el intento fallido de sitiar Roma en 387 a.c., se establecieron en el valle del Pó.

La cultura celta de este período se conoce con el nombre de "La Tène", un yacimiento suizo donde aparecen manifestaciones típicas de la sociedad celta del s. V a.c. Muchos arqueólogos consideran que en La Tène surgen las primeras señales de una auténtica cultura celta; lo que sí está claro es que, de ahora en adelante, los historiadores clásicos se referirán a este pueblo cuando hablen de los celtas.

Los relatos míticos romanos sobre el asedio de Roma por los galos, que al parecer se frustró gracias a los avisos que con sus graznidos enviaron los gansos sagrados, dan testimonio de la presencia militar gala en el Norte de Italia durante los s. IV y V a.c. En algunos relieves funerarios etruscos se representaron batallas con guerreros Celtas, quienes llevaron a cabo una expansión hacia el sudoeste de Europa, el Báltico y hasta Turquía occidental.

En el s. IV a.c., encontramos a Alejandro Magno recibiendo embajadas celtas en su corte de Macedonia; y se cuenta de tribus celtas que, en el año 279 a.c. intentando saquear el santuario griego de Delfos, fueron derrotadas por una nevada "enviada" por el dios Apolo.

Los griegos diferenciaban entre los celtas orientales, a quienes llamaban "galátoi" (gálatas nacidos en la Galia), y los "keltoi"(celtas de Europa occidental). Los romanos aún fueron más allá; los celtas franceses eran "galli" (galos), y los británicos eran "belgae" (ahora Bélgica) y "britanni" (britanos). La Galia celta pasó a ser la provincia romana de la "Gallia" tras las conquistas de Julio César en el s. I a.c., y Gran Bretaña se convirtió en la romana "Britannia" con el emperador Claudio en el año 43 a.c. Los romanos no invadieron Irlanda, por lo que sus mitos, tienden a conservar la cultura celta protohistórica mas intensamente.

Julio César y otros escritores de los primeros siglos antes y después de Cristo, nos proporcionan relatos sobre la cultura y las costumbres celtas, desde un punto de vista ajeno a éstas y algo crítico. La característica principal es la falta de unidad entre ellos: estaban divididos en tribus aristocráticas guiadas por un jefe, y al parecer, mantenían luchas constantes entre sí. Seguramente los romanos alimentaban estas divisiones tribales para facilitar sus propias invasiones.

La Sociedad De Los Antiguos Celtas

César nos ofrece una visión bastante objetiva de las costumbres celtas en el s. I a.c. Cuenta que los celtas vivían en "oppida" o ciudades fortificadas; algunas de ellas han sido identificadas con los 3000 fuertes de la Edad de Hierro que hay en el sur de Gran Bretaña; en Europa y Galicia existieron "oppida" similares. Los descubrimientos arqueológicos han permitido reconstruir las moradas de los "oppida", como se ha hecho en Butser Hill, Hampshire (Inglaterra). Solían ser casas circulares con paredes de madera y techos de paja; las salas de banquetes de la mitología son rectangulares, aunque esto puede ser una adaptación medieval del original.

La sociedad celta era fundamentalmente guerrera, gobernada por reyes, reinas y aristócratas; en la mitología no se dice nada sobre las clases inferiores. Cultivaban maíz y criaban ganado; de los griegos y romanos aprendieron el uso de la moneda.

Los rituales religiosos desempeñaban un papel importante en la jerarquía social de jefes y tribus; los mitos presentaban y reforzaban el poder sagrado de los sacerdotes druidas, a quienes también respetaban los bardos.

Tanto los mitos como los datos históricos reflejan el gusto celta por vestirse para la batalla: "los britanos se tiñen con hierba pastel azul con el fin de parecer más temibles en la batalla. Llevan el pelo largo y se afeitan todo el cuerpo, excepto la cabeza y el bigote" (César, "La guerra de las Galias"), Herodiano, escritor del s. III d.c. añade: "Como no están acostumbrados a la ropa, llevan adornos de hierro en la cintura y el cuello, al considerarlos decorativos y un signo de riqueza...se tatúan con dibujos abstractos y de animales de todo tipo".

Diodoro de Sicilia, contemporáneo de César, describe a los celtas como "altos y musculosos, de piel clara y pelo rubio, que hacen resaltar lavándolo con agua de cal y recogen desde la frente hasta la coronilla, y de ahí hasta la nuca ...... por tanto, el pelo se torna grueso y basto que se asemeja a la crin de un caballo". Las representaciones clásicas de los Celtas concuerdan con estas descripciones literarias, y los arqueólogos han encontrado tatuajes en restos humanos celtas.

César tiene poco que decir respecto a las mujeres celtas, excepto que "se repartían entre grupos de diez o doce hombres". Tanto para los romanos como para nosotros, con nuestra cultura judeo-cristiana, esto puede parecer propio de bárbaros, pero implica un sistema matriarcal, en el que las mujeres tenían el privilegio social de disponer de varios amantes.

Se sabe que las mujeres de una categoría superior, disfrutaban de un poder que sus contemporáneas griegas y romanas desconocían, como la reina guerrera Boudicca, que encabezó la rebelión contra los invasores romanos en el s. I a.c. Hay que tener presente que los mitos Celtas, eran narrados desde un punto de vista masculino, los personajes femeninos no se asemejan a las figuras oprimidas y sin rostro de la mitología griega. Esto también indica que las mujeres libres formaban parte del público de los bardos (sacerdotes y maestros, además de animadores), al contrario que en la Atenas clásica.

Las Lenguas Celtas

Los celtas hablaban una lengua indoeuropea que los relaciona con la prehistoria griega, romana e hindú. Pero, no han llegado textos en esta lengua antigua, salvo unas breves inscripciones pertenecientes al período romano y algunas referencias a nombres celtas en autores clásicos. Cuando se escribieron los mitos celtas, en la Baja Edad Media, las lenguas variaban, según el país del autor. Los mitos irlandeses eran recogidos en irlandés antiguo, pero los escritores irlandeses no entendían la variante galesa de la lengua celta.

Durante la invasión romana, cualquier rastro de unidad cultural anterior referente a una sola lengua celta, había desaparecido; los celtas irlandeses hablaban "goidélico", mientras que los británicos hablaban "britónico". La lengua britónica parece haber tenido relación con la que hablaban los galos. Hacia el siglo V a.c. tuvieron lugar invasiones y movimientos migratorios en las tierras celtas occidentales y se produjeron cambios: la lengua goidélica irlandesa penetró en Escocia, y más tarde se convertiría en el gaélico escocés; la lengua anglosajona, el "inglés", se abrió camino en el sur de Gran Bretaña, empujando la lengua britónica hacia Bretaña.

Los Restos De La Mitología Celta

Los mitos celtas sobrevivieron gracias a dos tradiciones principales: 1) algunos fueron recopilados por escritores cristianos y datan del siglo VII d.c. 2) mientras que otros se han mantenido vivos en la tradición oral popular de las zonas celtas. La aparente inclinación de los mitos hacia Gran Bretaña e Irlanda se debe a la ausencia de restos del mundo celta, aunque con frecuencia se observan temas celtas en los cuentos populares europeos.

El primer hallazgo importante de la mitología irlandesa es un manuscrito llamado "Book of the Dun Cow", que contiene versiones de las sagas de CuChulainn. El escritor fue Maelmuri cristiano, que según los historiadores, fue asesinado en la catedral de Clonmacnois en 1106, a manos de invasores vikingos. El curioso título deriva de un manuscrito anterior que se ha perdido, escrito por San Ciaran en cuero de vaca en el siglo VII d.c.

Los relatos populares celtas sobreviven gracias a recopilaciones que los eruditos recogían de boca de narradores y cantantes. Muchos de estos cuentos populares no son más que buenos relatos contados por y para una comunidad rural. Así y todo, hay algunos que conservan los grandes mitos y leyendas de la antigua clase dirigente celta.

La Mitología Celta - La Filosofía Druida

Los druidas eran los sacerdotes de los antiguos Celtas. Cuidaban del culto divino, ofrecían los sacrificios públicos y privados y hacían de jueces en la mayoría de las querellas. Practicaban la adivinación por el vuelo de las aves y los movimientos convulsivos de los prisioneros, sacrificados con tal fin.

Desarrollaron un sistema de conocimiento de la personalidad relacionando la posición de las estrellas en la fecha de nacimiento con los árboles sagrados. Los druidas conocían a la perfección los secretos de estas criaturas vegetales y se inspiraban en la magia arbolaria estacional para crear un horóscopo que ayudaba al hombre a conocer su carácter.

Pero eran los sacrificios humanos los que constituían uno de los rasgos principales de sus fiestas de victorias guerreras. Las víctimas eran empaladas, asaeteadas o quemadas vivas dentro de grandes jaulas de mimbre. (Los emperadores romanos reprimieron enérgicamente estas costumbres). Creían en la trasmigración individual, que significa pasar un alma de un cuerpo a otro. Consideraban sagrados el roble y el muérdago, que cortaban con una hoz de oro, revestidos de blanco y coronados de hojas de roble. Eran maestros de la nigromancia (adivinación del futuro invocando a los muertos) y de las artes ocultas, y practicaban el hipnotismo. Sus casas, según algunas tradiciones, eran toscas chozas en forma de colmenas. Existían entre ellos sacerdotisas, que se pintaban el cuerpo de negro durante las ceremonias religiosas.

Se cree que el célebre Stonehenge, construido quizás como observatorio astronómico, fue utilizado más tarde como templo druida. De cualquier forma, esta cuestión es bastante oscura. Según el anticuario John Aubrey, nacido en el s. XVII, las piedras en círculo y sitios adyacentes al llamado templo central fueron construidos y utilizados por los míticos druidas, pero no es mucho lo que se sabe en la actualidad.

El comportamiento de sus personajes legendarios era una fuente de ideales, tanto para hombres como para mujeres, que aseguraba la continuidad de la sociedad guerrera. Los temas habituales de la mitología celta nos pueden dar una idea sobre las preocupaciones de la sociedad en la que vivían.

La admiración por la belleza y el cuerpo humano es evidente en todos los mitos; por ejemplo, cuando CuChulainn se dirige a la batalla lleva ropa de colores llamativos, joyas deslumbrantes y el pelo erizado, símbolos visuales de su status heroico. Las heroínas muestran su alto y bien cuidado rango con complicadísimos e interminables peinados, a base de trenzas, y cubriendo su blanca y delicada piel con ricas joyas.

La naturaleza no era un mundo ajeno e incomprensible para los celtas, de ahí que los acontecimientos mágicos suelan ocurrir fuera de la fortaleza, durante la caza, por ejemplo; en muchos relatos también aparecen animales y aves parlantes y las divinidades celtas representan con frecuencia las fuerzas de la naturaleza. No obstante, se suele pasar por alto un aspecto importante en la lectura de los mitos celtas: la religión.

Muchos elementos de los mitos que han llegado hasta hoy, parecen reflejar una "edad heroica" protohistórica anterior en la cultura celta; si así fuese, los celtas de la época de César contemplaron a sus ancestros míticos con la misma nostalgia romántica que sus admiradores actuales.

Se puede deducir que ciertas figuras míticas, como Pwyll y Branwen, también podrían haber existido en la prehistoria como personas reales, cuyas hazañas fueron lo suficientemente relevantes como para permanecer en la poesía de los bardos y en la memoria popular.

El mundo mítico estaba tan integrado en la sociedad celta, que cuando se impuso la cristiandad, no pudo eliminar los mitos orales. En su lugar los cristianizó: los dioses se convirtieron en Dios; los sacerdotes druidas de la antigua religión fueron sustituidos. Lo más extraordinario de estas historias, es que hayan perdurado a través de los siglos con un marco encantado, desde el cual asomarse al variado y rico pasado del mundo celta occidental
 
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